Qué gusto me da escribir ese título. Ya me veía yo escribiendo «Novak Djokovic….» No fue para Novak en esta ocasión.
Todos en el estadio, todos los que nos gusta el tenis, las familias de los dos jugadores y los mismos Novak y Stanislas, pensamos que este partido era un mero trámite y que Djokovic lograría el sumamente ansiado «Career Grand Slam», esto es, ganar los cuatro Grand Slams en toda la carrera. Existe también el Calendar Grand Slam, que quiere decir ganar los cuatro GS en un año. Es una proeza que solamente Rod Laver ha logrado y lo cierto es que cuando lo hizo el tenis no estaba tan competitivo como ahora.
Djokovic ha ganado el Abierto de Australia 5 veces, Wimbledon 2 veces y el US OPEN 1 vez. Para tener su Career Grand Slam e igualar a Federer y a Nadal, solamente le faltaba el Roland Garros.
Había llegado a las finales en dos ocasiones pero se encontró con Nadal quien prefirió dejar los huesos en la cancha que perder el campeonato. Sucede que en este 2015, Nadal está muy lejos de su nivel habitual y pierde en cuartos de final ante el mismo Novak.
Nada le impide, pues, a Novak Djokovic coronarse campeón de Francia y llevarse el Career Grand Slam.
¿Nada? ¿Nadie?
Stanislas Wrawrinka es de esos jugadores que cuando logran perder el miedo, nada los detiene. Le ha ganado a Andy Murray, a Roger Federer, a Rafael Nadal, y a Djokovic, varias veces a cada uno. Cuando pierde el miedo, nadie lo para. Solamente que es raro que pierda el miedo. Vive un poco a la sombra del «otro suizo».
Wrawrinka es aquel que se divorció de su mujer para poder jugar tenis sin distracciones. Regresó con ella para acabar divorciándose definitivamente. Así de importante es el juego para Stanislas Wrawrinka.
Los shorts que se puso, de tela con una especie de rombos, hicieron historia, son en sí mismos, una leyenda.
Felicidades a Stan. Muy merecido el campeonato.