Me encantó la película Green Book. Es una película dulce, bien hecha, bien narrada. Me hizo sentir esperanza, la película «Green Book».
Las personas de color en los estados del sur de los EUA vivían bajo las leyes «Jim Crow» que eran terribles. Incluían desde insultos y desprecios, hasta no poder sentarse en el mismo lugar que los blancos en los restaurantes o conciertos, no poder asistir a la misma escuela de los blancos, o acciones mucho peores -como el linchamiento- por casi cualquier cosa. Y esto, simplemente por el hecho de tener la piel de otro color.
La película «Green Book» se trata de un virtuoso pianista con la piel oscura que tiene que viajar por el sur de EUA para dar unos conciertos y se apoya en Vigo Mortensen, quien es un ítalo americano de NYC para que lo ayude a defenderse de los inevitables ataques. La película vale mucho la pena porque es como un cuento muy dulce, narrado con delicadeza, con amor. Excepto una escenita en una regadera que para mi gusto sale sobrando, toda la película es eso, un lindo y muy disfrutable cuento de hadas, lleno de esperanza.
No entiendo muy bien a qué se refieren las personas que hablan de las «minorías». Homosexuales, personas de color, judíos, mujeres… todos esos grupos y varios otros han sido descriminados, asesinados, perseguidos, han sido objeto de ataques extremádamente violentos por situaciones que no son su culpa. Yo soy mujer y no es mi «culpa» simplemente nací así. No soy blanca, mi tonalidad es amarilla como la de los Simpson, pero sea como sea mi tono de piel, no hice nada para recibirlo, así me tocó.
Recientemente es que estos grupos están recibiendo respeto, validación, están siendo aceptados, entonces resulta que son «minorías» que nos quieren imponer su «ideología». ¿Cuál es esta «ideología» exactamente? ¿La de «no me maten por favor»?
Cuando supe que en Brasil con el nuevo presidente Jair Bolsonaro «las niñas vestirán de rosa y los niños de azul» pensé: si yo hubiera tenido una niña, siempre hubiera estado de azul. Yo misma, Lucía, casi siempre estoy de azul o de negro. Destesto los colores pastel. Nada de verdecito, rosita o amarillito para mi. No me da la gana. Por lo tanto mis hijas, a las que yo educaría como yo quiera, pues supuestamente tengo esa libertad, estarían de azul, all the time, same as me.
Esta gente de extrema derecha que siembra el odio y el temor, está muy tonta si piensa que se va a salvar de recibir exactamente eso: odio y temor. La señora del azul y rosa, está imponiéndose sobre los derechos de la gente de ser padres según quieran. (dentro de los límites del trato digno y los derechos infantiles básicos). Que no se espante si el día de mañana cuando yo no esté en la posición de privilegio de trabajar en el gobierno, aquellos a los que ella obligó a usar rosa, la obliguen a ella a usar lo que ellos quieran.
Por eso Green Book, es tan buena película, pues devuelve amor, y esperanza, a un tema que representa un capítulo muy oscuro de la historia de la humanidad.