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«Es difícil ser humilde cuando soy tan perfecto», dice una canción. Yo admiro mucho a las personas humildes. Ser humilde no es resultado de ser pobre. Hay pobres que no son humildes y hay humildes que no son pobres.

a) Son personas que admiten que no son «el mejor», que reconocen que siempre habrá alguien mejor que ellos. En el caso extraordinario de que en efecto, sean el mejor de lo mejor en determinada rama o aspecto, (el mejor guitarrista, el más rico del mundo), hay muchos otros aspectos en los cuales hay otros mejores.

b) Son personas que no juzgan a otros, y en cambio, reconocen sus propias faltas, trabajan para corregir sus propios detalles, no los de los demás.

dont judge

c) Las personas humildes son agradecidas con lo que tienen. Poco o mucho, entienden que todo lo que disfrutan no se lo han ganado ni se lo merecen, sino que más bien es una cuestión de suerte o de un Dios extremadamente generoso con ellos.

d) No tienen miedo de cometer errores. Al entender que todos cometemos errores, uno mismo y todos, se liberan de una carga enorme en sus vidas. La persona que se siente mal, miserable, enojada, consigo mismo o con el otro, por haber cometido un error, es una soberbia. Las personas humildes admiten que han cometido un error, muchos errores, y siguen con lo que viene. No se clavan en ello. Además, tienen la hermosa capacidad de reconocer cuando el otro está en lo correcto (ojo, es algo diferente a reconocer mi propia equivocación)

e) Esto sonará obvio, pero es así: las personas humildes, ¡no presumen! sus logros, sus viajes, sus amistades, sus conocimientos, ¡no presumen! No lo andan faroleando ni cacareando. Que agradable es estar con una persona así, humilde. Atención, tampoco mienten cuando se les pregunta. Eso es «falsa modestia».

f) Las personas sencillas no son ruidosas, extravagantes, ni buscan llamar la atención. No interrumpen ni dejan en ridículo a los demás. Aún más, buscan interesarse genuinamente por lo que el otro tiene para decir. Una persona humilde valora la opinión de los demás,  igual que la suya propia.

g) Aprecian el talento de los demás. Conozco gente que piensan que solamente si lo hacen ellos, está bien. ¿No sabes delegar? Eso es soberbia y además, inseguridad. Y además, pedantería.judgy

h) No se comparan con otros. Es imposible ser humilde cuando estás duro y dale con que «voy a ser el mejor» o «voy a ser mejor que los demás». Esas comparaciones no tienen mucho sentido. Cada persona es única, así como únicas son sus circunstancias.

i) Las personas humildes aceptan que son corregibles, e incluso se buscan un «mentor» o maestro para que los corrija. Por más que sepan de algo, siempre pueden aprender más.

j) Quien es humilde, ayuda a los demás. No se queda para sí con el conocimiento aprendido, con la experiencia ganada, sino que la comparte. Se dice que cuando alguien ha aprendido a ayudar a un semejante del que sabe no podrá obtener nada a cambio, es que ha aprendido a ser humilde.

dream-big-and-stay-humblei) Las personas humildes, van al último. Dejan que los demás pasen antes. No sienten esa urgencia de «ser el primero»

j) Siempre dicen elogios. Al contrario de estar fijándose en los defectos de los demás, toman en cuenta sus virtudes y sus buenas acciones, y les hacen un cumplido.

i) Las personas humildes se disculpan cuando cometen un error. Además, después de disculparse, los humildes no comenten otra vez el mismo error. No toman la disculpa como un permiso para volver a regarla otra vez.

j) Saben escuchar, de verdad, no solamente diciendo «ajá» y haciendo «sí» con la cabeza cada cierto tiempo. Los pesados y soberbios, solamente quieren escucharse a sí mismos hablar.

i) Cuentan con la capacidad de asombro. ¿Se imaginan algo más pesado que aquel, hastiado, que declara que «lo ha visto todo», «lo sabe todo»?) ¡horror!Coins-always-make-sounds..-but-paper-moneys-are-always-silent.-So-when-your-value-increases-keep-yourself-silent-and-humble

Ser humilde no quiere decir que no puedo apreciar las cosas buenas que tengo o que hago. No significa que tenga baja autoestima. La diferencia es que las personas soberbias, orgullosas o arrogantes, tienen sus raíces en un profunda inseguridad en sí mismos.

Habrá quien diga, «al ser humilde, estoy saboteándome para lograr este gran anhelo de mi vida». Al contrario. Ser humilde nos hace entender que siempre podemos aprender más y nos hace esforzarnos por aprender y mejorar un poco más todos los días. El método científico considera una gran cantidad de humildad. Requiere estar dispuesto a someter a prueba las nociones preconcebidas y que rechaces muchas de ellas como erróneas.

Vivir una vida generosa, desinteresada, es mucho mejor que vivir una vida centrada en uno mismo, egoísta.

Adaptado de: How to be humble

La única opción es derrotarse

Para mi, la única opción es derrotarme. No seguir insistiendo, no entercarme, no obsesionarme. Definitivamente no pensar que por seguir trabada con algo, y eventualmente conseguirlo, voy a mejorar.

Mejor dejarlo ir.

Por ejemplo. Conozco un caso. Es una familia que está metida en un lío legal de aquellos. Que se están demandando unos a otros hasta los calzones. La razón, por supuesto, es el dinero.

Yo me derrotaría. Yo no soy ni mejor ni peor que nadie. No pretendo subirme al banco de la moral y enseñar una lección. Me daría hueva. Solamente estoy diciendo lo que yo haría. Yo,me derrotaría.

Mi tranquilidad y mi paz mental, del alma, social y emocional, son más importantes para mi. La única razón por la que seguiría luchando sería si la contraparte quisiera quedarse o quitarme a mis hijos. Pero si no es esa la razón, y solamente son cosas como dinero o casas… yo me derrotaría.

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Foto de la Luna, que también ella, no se mete en líos.

Reporting for Duty

Dios es mi Padre y tiene un plan mejor para mí. Yo no lo comprendo, pero lo comprenderé en la eternidad. Por eso, confiando en mi Padre Dios, acepto su voluntad sobre mí.

Señor, haz de mí lo que creas mejor para mí. Si quieres que esté en tinieblas, bendito seas; y si quieres que esté en la luz, también bendito seas. Si te dignas consolarme, bendito seas; y si me quieres dar tribulaciones, también seas bendito… Señor, de buena gana padeceré por Ti todo lo que desees para mí. Quiero recibir de tu mano, lo bueno y lo malo, lo dulce y lo amargo, lo alegre y lo triste, y darte siempre gracias por todo. Porque con tal de no apartarme de Ti, nada podrá hacerme daño (Kempis, libro 3, 17).

¿Qué me sucederá hoy, Dios mío? Lo ignoro. Lo único que sé es que nada me sucederá que no lo hayáis previsto, regulado y ordenado desde la eternidad. ¡Me basta esto, Dios mío, me basta esto! Adoro vuestros eternos e imperecederos designios; me someto a ellos con toda mi alma por amor vuestro. Lo quiero todo, lo acepto todo, quiero haceros de todo un sacrificio. Uno este sacrificio al de Jesús, mi Salvador, y os pido en su nombre y por sus méritos infinitos, la paciencia en mis penas y una perfecta resignación en todo lo que os plazca que suceda. Amén. (Beata Isabel de Francia, siglo XIII).

Somos agresivos

Somos agresivos cuando tratamos de forma impaciente al mecánico que no nos entregó el coche cuando prometió; o cuando nos desespera la señorita del Telcel mientras nos explica porqué nuestra cuenta del teléfono asciende a dos mil pesos y no queremos reconocer que es correcto lo que dice: consumimos cada uno de esos dos mil pesos en llamadas o mensajes o navegación por internet.

Somos agresivos cuando «educamos» a nuestros hijos, alzando la voz para que levanten su ropa del suelo o hagan su tarea o saquen mejores calificaciones o se apuren para llegar a tiempo. Hay niños que declaran que sus papás, uno o ambos, solamente se comunican con ellos a gritos. Señoras y Señores, aquí tenemos al delincuente de mañana.

Somos agresivos cuando abrimos los ojos al doble o triple del tamaño normal para expresar disgusto porque el otro no está de acuerdo con lo que decimos. Nosotros siempre estamos bien, ¿qué no saben?

Somos agresivos cuando le decimos sus verdades a nuestras amistades no con un afán de ayudar, sino con la intención de sacar todo la m… que tenemos adentro de nosotros y que urge que alguien más se la trague. Aunque no sea su culpa.

Somos agresivos cuando rebasamos con el coche a otro coche para encontrárnoslo en el semáforo rojo y esperar pacientemente junto a él a que cambie al verde.

Somos agresivos cuando nunca leemos lo que publican otros en el Facebook o en el Twitter. Solamente publicamos para que otros lean.

Somos agresivos cuando obligamos a los demás a hacer lo que nosotros queremos, mediante el chantaje emocional o las lágrimas o las simples amenazas.

Somos agresivos cuando nos quejamos de la escuela donde fuimos, los papás que tuvimos, el sistema político en el que vivimos, el precio de las cosas que compramos. Somos agresivos y damos mucha hueva, además.

Ser agresivo es un disfraz bajo el cual se esconde una persona tan insegura, temblorosa, como una gallinita a quien han agarrado del cuello para beneficiar. (Beneficiar: separar la cabeza del cuello) Tiene mucho miedo, le falta valor, y lo manifiesta siendo agresivo. ¡Pobres! Supongo que lo saludable es sentir mucha pena por nosotros los agresivos.

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La oración de la humildad

Letanías de la Humildad
del Cardenal Merry del Val

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-Jesús manso y humilde de Corazón, …Óyeme.

-Del deseo de ser estimado*,…Líbrame Jesús (se repite)
-Del deseo de ser alabado, 
-Del deseo de ser honrado, 
-Del deseo de ser aplaudido, 
-Del deseo de ser preferido a otros, 
-Del deseo de ser consultado, 
-Del deseo de ser aceptado, 
-Del temor de ser humillado, 
-Del temor de ser despreciado, 
-Del temor de ser reprendido, 
-Del temor de ser calumniado, 
-Del temor de ser olvidado, 
-Del temor de ser puesto en ridículo, 
-Del temor de ser injuriado, 
-Del temor de ser juzgado con malicia,

-Que otros sean más estimados que yo,…Jesús dame la gracia de desearlo (se repite)
-Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse, 
-Que otros sean alabados y de mí no se haga caso, 
-Que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil, 
-Que otros sean preferidos a mí en todo, 
-Que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda,

ORACIÓN
Oh Jesús que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio. Concédenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para que humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de ti en el cielo. Amén.

*lisonjeado: El original: «Del deseo de ser lisonjeado….».  Lisonja = alabanza para ganar la voluntad de una persona. 

My main goal for 2013

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Let’s make every action in service of others. I don’t care if that means surrendering my pride to others; is part of the game and I want to play it.

St Agustine said once: «It was pride that changed angels into devils; It is humility that makes men as angels»

James Barrie, the Scottish author of Peter Pan, said that «life is a long lesson in humility» I want to learn that lesson earlier as I can.  I think that maybe it’s been a lot of time with a false sense of pride and that makes one artificial, while humility will make me real.

Humility is not thinking less of myself, is thinking of myself less. (Rick Warren)

Charles Spurgeon said: «humility is to make a right estimate of one’s self». This quote is so accurate. When we make an adequate evaluation of ourselves, of what we accomplished in life, and what are we capable to do, and this evaluation is real, we are being humble

Cinco pasos para dominar el EGO

No hay nada como ser humilde, y las personas humildes son con las que queremos estar.
En el circuito de tenis actual, hay un jugador que se llama Andy Murray que es extraordinario, a pesar de lo cual no ha podido ganar un Grand Slam, y por lo tanto no hay llegado a ser # 1 del mundo. Dado que Andy ya tiene 25 años, que en el mundo del tenis son un montón de años, decidió contratar a una leyenda del deporte que en su momento de esplendor tuvo un problema similar: Ivan Lendl.
Ivan Lendl fue un verdadero mounstruo del tenis en los ochentas, dominando y ganando todo durante unos buenos cinco años. Y así como Murray, a pesar de ser un jugador extraordinario, pasaron varios años hasta que logró triunfar en un Grand Slam.
Llega Lendl y su diagnóstico es: «Too much happiness». Andy Murray tiene el talento, tiene el equipo, tiene el vigor y la disciplina. Y también es feliz y eso no se vale, dice Lendl. «Si eres feliz antes de ganar un Grand Slam, te está perjudicando. Si no eres feliz hasta que lo ganes, eso te impulsará para lograrlo»
WHAT????!!!
Pienso que eso es bullshit. Uno tiene derecho a poder disfrutar el camino porque de lo contrario, simplemente te vas a volver loco. Es demasiado dificil, es demasiado demandante, estamos poco preparados, tenemos mucha presión y se nos exige por todos lados. Y además, ¿no podremos ser felices, hasta conseguirlo?
Un consejo que todos hemos recibido es «tienes que ser feliz con lo que tienes hoy» y me parece que está bien. Porque si no aprendes a ser feliz en el camino, en la lucha, con lo poquito que vas avanzando cotidianamente, resulta que cuando consigues ese premio grandote (El Grand Slam) tampoco vas a ser feliz.
La felicidad es como un hábito que se practica todos los días y uno decide si lo es o no lo es. Hábitos como no darle importancia a muchas cosas tontas, ver todo lo bueno que tiene la vida, darse tiempo para disfrutar aunque eso signifique que no llegaremos rápido a la meta. Eso son apoyos para la felicidad.
Seguir estos cinco pasos, es un buen consejo:
1) No sentirme ofendido
2) Liberarme de la necesidad de ganar
3) Liberarme de la necesidad de tener razón
4) Liberarme de la necesidad de ser superior
5) Liberarme de la necesidad de tener más
Y representan un buen ejemplo también, para nuestros hijos.

El desasimiento hace de la vida un sabroso camino de austeridad y eficacia

La pobreza real de los cristianos quizá sea el valor que Dios haya fijado por el rescate del hombre de hoy.
Y siempre nos pedirá el Señor, para permanecer junto a Él, un desprendimiento efectivo de los bienes, una pobreza cristiana real, que señale con claridad la primacía de lo espiritual sobre lo material, y del fin último –la salvación, la nuestra y la del prójimo– sobre los fines temporales del bienestar humano.
Haz que cumpla siempre tus mandatos y no permitas que me separe nunca de Ti. Es preferible estar con Cristo sin nada, que estar sin Él y tener todos los tesoros del mundo juntos.
El Señor pasa cerca de nuestra vida todos los días. Si tenemos el corazón apegado a las cosas materiales no le reconoceremos; y hay muchas formas, algunas muy sutiles, de decirle que se vaya de nuestros dominios, de nuestra vida, ya que nadie puede servir a dos señores, porque o tendrá aversión al uno y amor al otro, o prestará su adhesión al primero y menospreciará al segundo: no podéis servir a Dios y a las riquezas9.
Piensan que su felicidad está en los bienes materiales y se llenan de ansiedad por conseguirlos.
Siempre podemos y debemos ser parcos en las necesidades personales, frenando los gastos superfluos, no cediendo a los caprichos, venciendo la tendencia a crearse falsas necesidades, siendo generosos en la limosna.