Con el «Sol» no me refiero al cantante de todos conocido, amado por unos, detestado por la Chule, odiado por otros más. Me refiero al astro que está al centro del sistema solar, fuente de energía desde hace billones de años y que seguirá proveyendo luz, calor y más energia durante algunos millones más.
Nosotros nos mudamos aquí donde vivimos hace varios años. Cuál no fue nuestra sorpresa cuando caímos en la cuenta de la forma más dolorosa posible de que en la periferia de la ciudad, se paga más por el kilowatt de electricidad. No sé porque yo tenía la idea de que sería más barato. Nanay de Paraguay.
Perdimos el subsidio al primer o segundo bimestre de vivir aquí. Llegaban unos cuentones tremendos de electricidad. En la casa de ustedes utilizábamos lo menos posible, iluminándonos prácticamente con velitas, siempre cuidando el consumo («¡¡¡APAGA EL AIRE ANDRÉS!!!! ¡¡¡APAGA EL AIRE, PABLO!!!)… sintiendo que se salía el corazón cuando llegaba el recibo y haciendo literalmente sacrificios para pagar cada bimestre. No les voy a decir cuánto era, creánme, era una buena lana.
Siempre soñamos mi esposo y yo con tener páneles solares y le comentamos este sueño a nuestro excelente y querido amigo Raúl Monforte. Raúl nos hizo algunos presupuestos y la idea era ahorrar el dinero pero en esta vida moderna siempre hay gastos y pagos; el tiempo iba pasando y no llegábamos al ahorro estipulado.
Hasta que un buen día, un maravilloso día, un magnífico día. Me habla Raúl Monforte. RIIINNGGG ¿sí bueno? … Me dice Raúl «pásame tu CURP y tu número del Servicio Social». Inmediatamente le dí los datos requeridos.
Resulta que tenía yo un dinero en mi subcuenta del Infonavit. Yo trabajo desde los años 90s y nunca había utilizado el dinero de mi subcuenta. Un joven de nombre Juan Carlos de una empresa llamada ONIS VIDA hizo todos los trámites. LITERALMENTE hablando yo no tuve que mover ni un dedo. ONIS VIDA hizo todos los trámites con el Infonavit y con la empresa de Raúl, que se llama Ingeniería y Desarrollo de Yucatán.
Con un profesionalismo que ya lo quisiera el «Sol» (ahora sí me refiero a Luis Miguel), Ingeniería y Desarrollo de Yucatán llegaban a las 8 punto cero cero a mi casa, trabajaban todo el día y más pronto que tarde la instalación quedó lista. Luego tuvimos que esperar unas semanas a que la CFE hiciera el cambio de medidor. Y desde entonces, hasta ahora, nuestro recibo de luz eléctrica ha sido de CERO.
En este bimestre con el calor que nos ha enviado el Sol, (el de verdad), confieso que yo tenía un poco de miedo porque los aires han estado trabajando a todo lo que da. Pero cual no ha sido mi felicidad y algarabía cuando veo que mi recibo nos llegó, otra vez, en CERO PESOS.
No estoy de acuerdo con quienes dicen que no ponen paneles porque cuánto tiempo se van a tardar en amortizar la inversión. Es como que digas «mi casa me costó tanto dinero, si yo viviera en una casa rentada, ¿cuánto tiempo me tardaría en amortizar?» la casa de uno es su patrimonio, lo que dejará a sus hijos; también pienso yo que los paneles solares son una inversión, no un gasto.
Aún así, puedo decirles que con los tres bimestres que me llegaron en ceros yo ya amorticé la quinta parte de los paneles solares. En algunos pocos años ya desquité toda la inversión.
Esta será la última vez que hablo o publico de mis paneles solares porque ya estuvo bueno de estar faroleando. Lo comento porque pienso que es una excelente idea y pienso que mi experiencia puede ayudar a otra gente a tomar la decisión. Ojalá se animen, de verdad vale la pena.