Fluida y Eléctrica son mucho mayores que yo, y en cambio, entre ellas se llevan pocos años. Cuándo yo era chica y ellas no tanto, me decían: «Lucía, a ti te dejaron en una canastita en la puerta de la casa»
Muy asustada, yo las acusaba con mi papá, y mi papá, las regañoteaba: «¡¡dejen de molestar a su hermanita!!»
Al lado de la casa donde crecimos, en Itzimná, había una construcción muy grande, antigua y abandonada que pertenecía a la familia Aristi. Según me decían, en ese lugar hubo con anterioridad un hospital psiquiátrico.
Fluida y Eléctrica me decían «todavía quedan algunos locos en ese hospital… por la noche van a saltar la barda y entrar a la casa!!!»
Muy asustada, yo las acusaba con mi papá, y mi papá, las regañoteaba: «¡¡dejen de molestar a su hermanita!!»
Hasta que un día, mi papá se cansó de regañarlas, observó que ni Fluida ni Eléctrica le hacían ningún caso, por lo tanto, cuando yo iba a acusarlas, mi papá me decía «Pared, Lucy, pared» dando a entender que ellas eran como la pared y que no debería hacer caso a lo que la pared decía.
En una ocasión fuimos al Cine Maya a ver la película del Tiburón. Comenzaron con sus cosas Fluida y Eléctrica y mi papá, al no haber pared, me decía: «Pantalla, Lucy, pantalla»
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el Día internacional de la mujer?
Fluida y Eléctrica me decían todo el tiempo que mi papá quería que yo fuera varón y que me llamarían Alvaro, como su hermano. Primero nació mi hermano Rafael, luego llegó Eléctrica, luego Fluida y muchos años después llega un nuevo miembro de la familia. De acuerdo a su relatoría, cuando yo nací y era obvio que no era un varón, mi mamá le decía: «mira Rafael, mira que linda nuestra hija» y mi papá dijo «¡no me interesa! ¡yo quería que fuera niño»

Muy asustada yo iba con mi papá y le decía «papá, Fluida y Eléctrica están diciendo ¿qué tu no querías que fuera niña?»
Mi papá se quedaba callado una centésima de segundo. Ahora entiendo que era verdad que no quería tener otra niña -ya tenía a Eléctrica y a Fluida- pero, obviamente, no me lo iba a decir con todas sus letras. En su lugar, me decía: «Pared, Lucy, pared». Es decir = no les hagas caso.
Por lo tanto, ser mujer es algo que no elegí yo, que al parecer no era lo que todo el mundo esperaba, y ahora, 51 años después, no veo como porqué me andan felicitando por ello.
En fin.
Pared, Lucy, pared.
Me encanto!!!!!
Me gustaMe gusta
Gracias prima tu como siempre tan géntil con tus comentarios
Me gustaMe gusta
Como siempre ameno y unas Ake y preciosa. Recuerdo tu casa de Itzimná cuando nos invitabas a tus cumples 🥰
Me gustaMe gusta