El Señor es mi Pastor

El Salmo 23 es uno de los más comentados y orados a lo largo de los siglos, tanto por la tradición judía como por la cristiana. Es un texto hermoso y poético, que nos habla de la ternura de Dios y de los sentimientos que experimenta quien se encuentra con Él: alegría, paz, seguridad, confianza, plenitud de vida.

Esta oración, nos trae paz cuando estamos disturbados. Cuando nuestra fe se siente movida, las preocupaciones nos ganan, el remedio puede ser, orar con el Salmo 23.

el_senyor_es_mi_pastor

 

El Salmo desarrolla dos imágenes distintas: en la primera parte, la del pastor que cuida de sus ovejas (versículos 1-4) y en la segunda, la del señor de la casa que acoge a un huésped (versículos 5-6). Sin embargo, nos solemos fijar principalmente en la primera y, normalmente, es conocido como el Salmo del Buen Pastor. La primera parte está escrita en tercera persona del singular (el Señor es mi Pastor, me hace reposar, me conduce, repara, me guía, hace honor), mientras que la segunda está escrita en segunda persona del singular (tú me preparas, perfumas, tu amor y tu bondad me acompañan). El último versículo está en primera persona del singular (yo habitaré). El verso central (Tú estás conmigo) es el punto de unión entre las dos partes, ya que pertenece al primer bloque, pero está en segunda persona, como el segundo. Los símbolos que desarrolla son universales: el camino, el agua, la oscuridad de la noche, el banquete, los perfumes… y pueden interpelar por igual a los hombres de antiguas culturas rurales como a los de las modernas civilizaciones urbanas.

Para leer todo el amplio análisis de esta oración, click en el enlace. Se llama «Orar con el Salmo 23»

 

Comenta acerca del comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s