El alma que ve la voluntad de Dios en todas las cosas, hasta en las más pequeñas, lamentables y mortales, las vive y recibe todas con un gozo, con una alegría y con un respeto siempre igual.
P. Jean Pierre de Caussade, m. en 1751, sacerdote jesuíta francés autor de «Abandono a la Divina Providencia»